Friday, June 09, 2006



MATCH POINT
Hay dos razones básicas a las cuales atribuirles el hecho de que MATCH POINT sea fácilmente la mejor película de Woody Allen desde Crímenes y Pecados (1988!!!!): la primera es que tiene un guión impecable, masterful, preciso. Como un reloj, con personajes tan bien definidos y situaciones tan convincentes que lo hacen sentir como una especie de épica moral (o mejor dicho, amoral). Un guión que, como hace muchos años Allen no hacía, usa la trama para hacer un ensayo filosófico acerca lo fortuito de la existencia, con un final que más que sorpresivo, es medio aterrador, cuando piensas las implicaciones que conlleva acerca de la naturaleza humana. La otra, menos profunda, es que por fin Allen se salió de Nueva York y se fue a Londres.


De esta simple tontería se derivan muchos factores que ayudan a Match Point a ser realmente un hito en la carrera del cineasta. Desde hace algunos años, Woody Allen no había estado dándole al mundo su mejor cara. El hilo de comedias simplonas y poco ambiciosas de Small Time Crooks, Curse of the Jade Scorpion, Hollywood Ending y la casi insoportable Anything Else era señal de un bajón creativo, algo de desconexión con la realidad inmediata, o de plano senilidad. La falta de lana lo obligó a cambiar Nueva York por Londres como locación, y Match Point recibió entónces una inyección de creatividad británica, especialmente de los actores, que en este caso resulta invaluable.


Johnathan Rys-Meyers es un extenista profesional relegado por la "mala suerte" a ser un simple entrenador personal. Pero el fracaso no le ha quitado la ambición, y cuando se hace amigo de un yuppie amante de la ópera, y luego de su hermana, reconoce la oportunidad. La hermana, Emily Mortimer, se enamora de él, y básicamente con la ayuda de su padre, lo "compra" con un buen jale, dinero y lujos. El malviaje llega en la forma de Scarlett Johansson, la novia del yuppie, y con quién obviamente tiene una química sexual bastante densa. El problema del tenista no es que tiene que elegir entre una chica y la otra, sino que con una tiene los lujos que siempre quiso y con la otra el sexo que siempre quiso, y en el universo amoral de la movie, elegir está de hueva. Los actores dan vida a esta película porque suenan como gente de verdad y no como los neoyorkinos típicos de las películas de Woody Allen, que en los últimos años ya parecían más bien una pachequeada de él que cualquier otra cosa. Resultaba lastimoso escuchar a Jason Biggs decir que Christina Ricci era un "knockout", simplemente porque no hay un wey de 20 y tantos años en los Estados Unidos de America que se exprese asi de una morra. Estos actores gringos, al decir los diálogos tal cual estaban escritos, sonaban falsos. Los británicos tal vez no cambiaron los diálogos, pero seguramente por cuestiones de diferencias culturales, Allen tuvo que hacerlo y el resultado es que todo el mundo habla no como en una película, sino como en la vida. Scarlett Johanson, por su lado, está tan alejada de Diane Keaton y Mia Farrow, que hace de la vampiresa sexy típica algo nuevo, una especie de vampiresa gen-x o algo, y funciona.


La visión de Match Point acerca de la humanidad es que la mala o buena suerte casi siempre importa más que la moral. Ser inteligente y trabajador no significa ser un ganador. No importa si eres bueno o malo, a veces las cosas más fortuitas marcan tu destino. Esto hace que la película tenga un cinismo fascinante. Se vuelve impredecible.

Muchos cinéfilos que le buscan el pelo a la sopa acusan a Allen de repetitivo. Eso no es precisamente cierto. Una cosa es que los créditos de sus películas siempre sean iguales, y que prefiera usar jazz y música clásica en el soundtrak, y otra es que no sea eclético. Dentro de su sello personal ha incursionado en varios géneros y ha hablado de cosas completamente distintas entre sí, pero es cierto que MATCH POINT se siente incluso más diferente de lo normal. Al grado que sin los créditos, tal vez alguno no hubiéramos concluído que lo que estábamos viendo es una película de Woody Allen. No sé pero esot me emociona mucho, un viejo de 70 años sacándose un nuevo truco de la manga. Esta clase de cosas te renuevan la fe en el arte.

MATCH POINT es de lo mejor de Woody Allen (y eso es decir ALGO), está ahí en esa privilegiada lista donde andan MANHATTAN, CRÍMENES Y PECADOS, HANAHH Y SUS HERMANAS, BALAS SOBRE BROADWAY y DECONSTRUCTING HARRY. ¿Quién iba a decir que algo tan fortuito como un bajo presupuesto y un cambio de locación le iban a caer tan bien al cabrón? ESO ES SIMPLEMENTE SUERTE.


0 Comments:

Post a Comment

<< Home