Monday, July 30, 2007

INGMAR BERGMAN (1918-2007)

Fresas Silvestres

The Virgin Spring

Persona

Gritos y Susurros

From the Life of Marionettes

El Silencio

Fanny y Alexander

La Pasión de Ana

El Huevo de la Serpiente

Saraband

Escenas de un Matrimonio

La Hora del Lobo

Tuesday, July 24, 2007

ZODIAC

Me tomó un cierto esfuerzo (y una segunda vista) apreciar ZODIACO, pero finalmente me llegó. Ahora es, de momento, mi película favorita en lo que va del año. De hecho, me parece extraño que una película así haya sido financiada por un estudio grande. ¿David Fincher no explicó a nadie su idea de cómo iba a ser esta película? ¿O cómo es que se salió con la suya? ZODIACO es una larga, compleja e intencionalmente frustrante película que esperemos, pone punto final a la explotación de la figura del asesino serial como pivote para películas de género mediocres.

Para cuando Fincher hizo SEVEN, ya había suficientes imitaciones de EL SILENCIO DE LOS INOCENTES en el panorama. Pero SEVEN ha logrado sobrevivir. De hecho, es la única “otra” película sobre asesinos seriales, además de la de Johnathan Demme, que ha prevalecido en el colectivo. Va más allá de ser un simple thriller. Es una verdadera pesadilla y una película profundamente pesimista cuyas características se sienten sinceras. Su estética no es un artificio, y aunque fue muy imitada en los años siguientes, lo que en los copiones ya se siente viejo en SEVEN se siente atemporal. Todo un logro. Y tal vez fue por eso que le confiaron tanto este proyecto que, de muchas formas, es la antítesis de SEVEN.
ZODIACO está bien plantada en la realidad. Recrea con obsesivo detalle todos los aspectos posibles de la investigación que varios personajes en distintos momentos desde los años 70 llevaron a cabo para encontrar al asesino. De hecho, los personajes son secundarios a la investigación. Salen y entran de la película de acuerdo a su relevancia con los hechos y no al revés, lo cual es bastante arriesgado por sí sólo. La dinámica que se sigue es la de un constante intercambio de información. Estos personajes hablan y hablan y hablan, todo el tiempo, durante tres horas, siempre sobre el Zodiaco y las pistas que hay para encontrarlo. Rara vez sabemos algo de sus vidas internas fuera de este microcosmos que se convierte en su obsesión y en la destrucción moral de su persona. En esa instancia, el trabajo actoral está cabrón. Los tres actores principales (Jake, Ruffalo y Downey) logran que estos monigotes parlanchines se conviertan en personajes completamente redondeados y desarrollados. Y lo hacen sin un texto que les eche la mano o les facilite el trabajo. No que el texto sea malo. Después de todo, ese es el punto del guión. Lo que pasa es que ellos hicieron su tarea. Sí, los personajes sólo hablan de pistas, lugares, colores de ropa, contactos, pero cada línea, cada gesto, tiene un origen en el proceso interno que están viviendo, y es chingón darte cuenta que, aunque nunca lo dicen, su obsesión crece con cada escena. Ruffalo está genial (¿alguna vez no lo está?) dándole a su detective la voz y la actitud correcta. Downey, quién una y otra vez demuestra ser uno de los mejores actores de Estados Unidos, debería ser nominado al oscar por lo que hace aquí.

La misma atención al detalle que se tiene en la recreación de los lugares y épocas que aparecen en la película (te sientes en los 70’s), se tuvo para recrear los hechos. La mayoría de las películas alteran los hechos para beneficio del drama. Aquí no. La postura de Fincher fue que hay gente que sufrió por estos asesinatos, que hay personas cuyas vidas nunca volvieron a ser las mismas, así que no hay por qué cambiar nada. Y funciona, se siente real, haciendo todo más inquietante y doloroso. Las escenas donde se recrean asesinatos son escalofriantes en su sobriedad. Mucho más que, por ejemplo, los estilizados y excesivamente geeks asesinatos que han estado proliferando en las películas tipo SAW en los últimos años.

ZODIACO se toma su tiempo. Pero hay que dar crédito al hecho de que a pesar de ser una película tan cargada de información, nunca, ni por un segundo, se torna aburrida. Siempre está pasando algo, interna y externamente. La primera vez que la vi tuve uno o dos momentos de impaciencia, pero debo atribuírselo al pinche Cinépolis Cumbres y su pinche necedad de seguir poniendo el volumen BAJO. ¿Por qué siguen haciendo esto? No sé. En Xalapa no lo han hecho las veces que he ido al cine. Es absurdo que tenga uno que venir a Xalapa para escuchar una película propiamente. Por otro lado, escuché que Fincher había mezclado la película primero en Mono, y luego en Stereo, de acuerdo al año en que se estaba desarrollando la trama, pero no me di cuenta de eso cuando la vi, en ninguna de las dos ocasiones.

Fincher siempre ha sido un cineasta con un sentido visual desarrollado (su trabajo temprano en videos para Madonna, por ejemplo, lo demostró desde un principio), y ZODIACO no es la excepción, aunque esta vez el enfoque es distinto. No hay nada flashy o juvenil respecto al refinamiento visual de esta película. No es “in your face”, como lo que hizo anteriormente en Fight Club o Panic Room. Tampoco se usa demasiado la tecnología de efectos visuales digitales. Está rodada en video de alta definición y la atmósfera es creada con luces y colores de una forma sutil, aunque virtuosa. Una película que consiste mayormente de diálogos informativos puede ser visualmente monótona, y Fincher hace todo lo que está a su alcance para hacer de cada toma una experiencia interesante en ese rubro. Las soluciones visuales funcionan al punto de desaparecer, y así lo visual ayuda a la historia y no al revés. Desde la toma inicial donde supuestamente estamos viendo la calle desde el punto de vista del mismísimo Zodiaco dentro de su auto, la experiencia es inquietante e inspirada en ese sentido. Entre más lo pienso, más me gusta esta cinta.
Desde el año pasado como en octubre, comencé a escuchar críticas entusiastas respecto a ZODIACO. Se habló de posibilidades de premios de la academia y de una obra madura por parte de un director que siempre había prometido rebasar sus propias expectativas. Luego, el estudio no supo cómo tratar a Zodiaco, o cómo mercadearla, y pospusieron su estreno hasta marzo o abril, lo cual en el mundo del cine Hollywoodense significa la muerte en taquilla (demasiado lejos del verano) y en premios (demasiado lejos del invierno). Digamos que le dieron en la madre, pero eso no impidió la celebración de la crítica ni el pequeño culto de admiradores que se está formando alrededor de la película. Para fin de año, espérenla en las listas de “lo mejor de”...en unos años más, sólo habrá crecido en estatura.

Friday, July 13, 2007

JACK Y LA GAVIOTA

Algunas personas nacen para ser estrellas de cine. Como Jack Nicholson. El wey se va al mediterraneo de vacaciones, y antes de jambarse una pizza lo tortura una gaviota, con la que se pelea y termina compartiendo una rebanada. Si te sucede algo así y las cámaras lo captan y se ve así de gracioso y a la gente le dan ganas de ver la película aunque esa película no exista, eres una estrella de cine.

Friday, July 06, 2007

ESTO NO ES UNA BROMA

Lo más gracioso va a ser escuchar a personas quejarse de cómo esta película "arruina" sus recuerdos de la serie original, que la neta era una mierda.

Thursday, July 05, 2007

MOVIES & ISSUES AL SERVICIO DE LA COMUNIDAD

¿Te sientes solo? ¿A nadie le importan tus problemas? ¿Crees que quisieras un hijo pero no estás dispuesto a pagarle la universidad todavía? Pues tengo algo para ti. Comunícate a esos teléfonos y llévate uno de los cinco cachorritos beagle que le quedan a Pepe y Astrid en su casa. Sí, son así de lindos. ¿Quién sabe? Tal vez ahora sí podrás ser feliz.

AFTER


La vida como debe ser.
http://lpcoverlover.com/category/nudes/
Este site está increible.

LA CASA DEL TUNEL

Tuesday, July 03, 2007

LYNCHLAND EMPIRE

Hace algunos meses escribí aquí mismo acerca de DUMBLAND, la serie de cortos animados hechos completamente por David Lynch, primero para su website y luego editados en un dvd. Su principal punto de interés, dije en aquel entonces, era su naturaleza de expresión artística de parte de un sólo individuo sin el filtro de los colaboradores. Es decir, un producto audiovisual hecho al mismo nivel de solitario que una pintura. El cine tan personal como se puede.

La más reciente película de Lynch, INLAND EMPIRE, es un paso más en esa dirección. Y es un gran paso, cuya importancia tal vez vaya a ser apreciada con más claridad en algunos años. Tres años de rodaje, sin guión, con una cámara de video y un grupo de actores dispuestos a seguirle el juego a su director han dado como resultado algo que Lynch ha buscado desde ERASERHEAD hace 30 años, y a lo cual se ha aproximado en algunas ocasiones: una película completamente impresionista.

De hecho, a INLAND EMPIRE no se le puede juzgar, analizar o estudiar como a una película común y corriente, porque cualquier teoría o “regla” acerca de cómo debe ser un filme es tirada por la borda una y otra vez desde el inicio hasta el final. De hecho, la narrativa que Lynch propone es una que pasa a segundo, tercer, cuarto plano. Esta es una película de sensaciones, texturas, sonidos, y emociones. La historia viene después. La interpretación, por fin, puede ser tan diversa como las personas que la busquen. Siendo claros, ¿Recuerdan esos últimos diez o quince minutos de MULHOLLAND DRIVE donde todo parece aclararse pero no y donde la sensación de “what the fuck?” se apodera de uno y te das cuenta que es mejor dejar de intentar comprender la película en términos razonables? Pues INLAND EMPIRE son esos minutos multiplicados por 30...
Seguro, la condición de experimento mayor de INLAND EMPIRE la convierte en divisora de opiniones. Hasta los fans podrían caer en las opiniones encontradas, dividiéndose entre aquellos que consideran el estilo de Lynch como “raro” y “curioso”, y los que estén dispuestos a entrar de lleno en su propuesta.

Por regla, yo nunca leo nada acerca de películas que quiero ver sino hasta después de verlas. Rara vez conozco la trama. Lo único que me interesa saber son detalles técnicos: quién dirige, quién actúa, quién escribe o fotografía. Prefiero entrar a la sala sin idea de nada. Algunos me han visto taparme los oídos en el cine durante los trailers (que tienden a contar toda la pinche película de una forma espantosa). Pero INLAND debe ser la primer cinta de mi vida que es inmune a esto. Podría contar escenas enteras sin arruinar la experiencia, porque es todo tan críptico y sensorial que no importaría.

Y dadas sus características, puede resultar fácil para algunos tildar despectivamente a INLAND como algún tipo de experimento amateur, comparable con películas de estudiantes de arte que todavía no saben bien qué pedo, pero definitivamente no es así. Se requiere harto talento y seguridad para lograr una película de tres horas como esta. Lynch es capaz de hacerte sentir por personajes que ciertamente, no conoces, ni siquiera tras horas de verlos en situaciones bizarras sin tener la coherencia a la que estamos acostumbrados. Es muy sorprendente la reacción emocional que obtiene del público tomando esto en cuenta (o sin tomarlo, de hecho). Y especial crédito se merece Laura Dern, la protagonista, que se entregó por completo al experimento y brinda la actuación de su carrera. No cualquiera tiene los huevos para hacer algo como lo que ella hace aquí con tanta convicción. Si los óscares fueran relevantes ella hubiera estado al menos nominada en la última entrega.

Una de las cualidades que hemos llegado a agradecer de Lynch es la belleza estética de sus películas. Artista plástico de origen y aún pintor y escultor, si algo ha tenido en su haber son hermosas combinaciones de colores, texturas y luces. Hasta las actrices son un caramelo (las chicas que aparecen aquí son suficiente razón para no quejarse de nada). Inicialmente, la reacción ante el footage de video de INLAND puede ser decepcionante. Pero miren bien lo que hace y se torna hermoso. Lynch le saca el provecho de una forma espectacular. Como él dice, la oscuridad del video le da más “espacio para soñar”. Ahora está convencido de seguir con digital por el resto de su carrera, y con experimentos como éste en puerta, no le queda de otra realmente.

Todo esto no quiere decir que INLAND EMPIRE carezca de lógica. Estoy seguro que la tiene. Lynch mismo afirma que es de vital importancia que el creador tenga una explicación para sí mismo de lo que está haciendo. No le gustan los trucos, ni las arbitrariedades. Pero no lo van a escuchar a él explicando nada en el futuro cercano. “La gente debería de sacar sus propias conclusiones”. Tal vez en una tercera, o cuarta vista yo le encuentre a algún sentido “normal”, pero no lo considero necesario. De hecho, a los cinco minutos de comenzada esta película, me di cuenta que era inútil tratar de comprender algo en el sentido usual y mejor me dejé llevar, disfrutando momento a momento, de lo que se me ofrecía. Y me resultó chingón. Sentí miedo, lástima, compasión, inquietud, risa, y otras cosas que las palabras no pueden describir del todo.

¿Es una película perfecta? No sé. Como dije, ni siquiera sé cómo juzgarla, qué parámetros tomar. Es como ver una pintura en movimiento. Sé que en la primera vista, algunas escenas (como la de la vecina que llega a tomar café) no cuajan completamente, pero mayormente sí. Mayormente me queda la sensación de haber nadado en una pesadilla hermosamente elaborada. Tal vez pudo haber sido menos larga, pero tal vez necesito volverla a ver. Y de hecho, lo haré en cuanto pueda.

Lo que sí sé es que, como obra importante dentro del que probablemente es el cineasta americano más importante de la actualidad, tal vez estemos ante un parte aguas. ¿Es este el futuro del cine? Durante más de cien años, el cine ha estado confinado mayormente a contar historias. Ha sido una variación de la literatura, o casi un prisionero. Ha habido esporádicos intentos en todo este tiempo por liberarlo, por hacerlo un medio expresivo más que narrativo, pero la naturaleza del mercado ha hecho esto muy difícil. Con la democratización de los recursos, tanto de producción, como de distribución (INLAND EMPIRE fue distribuida por internet, ningún distribuidor grande la quizo agarrar), tal vez en algunos años, con la libertad que eso implica, más y más cineastas encuentren el espacio para darle al cine nuevas dimensiones. Y nada más por eso, INLAND EMPIRE y lo que representa en todos los sentidos, me emociona mucho.



MARIHUANA PARA LOS TENSOS


THE BIG ONES

Muchos de los grandes cineastas, tras años o décadas de contar con cierto apoyo de la crítica y el público, deciden aventarse una película que la lógica indicaría es mejor dejar por la paz. Grandes producciones, usualmente de altos presupuestos difíciles de reunir, con frecuencia rondando o sobrepasando las 3 horas de duración, con temas “importantes” o centradas más en pintar un lienzo gigante que en simplemente contar una historia íntima. Yo las llamo “The Big Ones”, pues son proyectos gigantescos pero personales, y mi la mayoría de los cineastas que tienen reconocimiento lo intentan al menos una vez. Y puedes sentir en cada segundo que “they mean business”, que esta no es una empresa cualquiera para ellos. No siempre funcionan, pero en general al menos son fascinantes en un sentido estrictamente megalómano. Enumero algunas “from the top of my head”:
AKIRA KUROSAWA
A este wey, tal vez más que a cualquier otro, le debemos este tipo de películas. Él fue quien popularizó las películas de 3 horas cuando básicamente nadie las hacía. Su éxito le permitió sumergirse en varias durante su larga carrera, de las cuales, para mí, la que cumple más con las características de una big one es RAN, su adaptación del Rey Lear al Japón Medieval, una majestuosa épica que incidentalmente es una de las visiones más oscuras de la humanidad que se hayan plasmado en el cine. Una reflexión del siglo XX, el siglo de la luz y la oscuridad más profundas.

OLIVER STONE
Stone es otro de los que no le teme a nada, pero su proyecto más personal, el sueño de su puta vida, no fue lo que el mundo esperaba. ALEXANDER (que vi dos veces para cerciorarme de lo desatinada que fue) nomás no dio una. Como quiera, Stone ya había hecho una épica íntima y fascinante que sí está chida, sobre otro líder, éste decadente, en el 95. Se llama NIXON.

SERGIO LEONE
Hay gente, como Sergio Leone, que no sabe trabajar en pequeño. Chequen EL BUENO, EL MALO Y EL FEO, una película bastante simple pero gigantesca, para muestra. Por eso, su Big One es más big one que lo usual. Dedicado por diez años a hacerla, ONCE UPON A TIME IN AMERICA es la clase de película que ya no se hace. Larguísima, compleja, llena de detalles, y hecha con un amor que se escurre de la pantalla. Nadie intentó siquiera igualarla en Hollywood hasta el día en que el siguiente en la lista tuvo la suerte.

MARTIN SCORSESE
Por treinta años, Scorsese intentó llevar GANGS OF NEW YORK a la pantalla, y nunca se le hizo hasta que Leonardo di Caprio, con el éxito de TITANIC en la bolsa, convirtió a lo que una vez fue planteado como un “western espacial” en una película con posibilidades comerciales. GANGS no es la obra maestra que pudo ser (nunca veremos el corte original de cuatro horas que Miramax obligó a cortar), pero igual que Stone, tal vez sin proponérselo, Scorsese ya había hecho una épica bastante magistral en CASINO, y se aventó otra extraordinaria con THE AVIATOR.

LUCCINO VISCONTI
Con IL GATOPARDO, Visconti logró una de sus mejores películas, y una de las más celebradas de la historia. Tremenda meditación sobre la mortalidad a través de la historia de una familia de aristócratas enfrentando la revolución siciliana. Tiene a Burt Lancaster en el que él describió como “mi mejor trabajo”, y cuenta con una de las secuencias claves del cine moderno, la del baile en la fiesta, que dura 45 minutos, y que dice todo sin usar las palabras.

INGMAR BERGMAN
Bergman es tan brillante que toda su obra se siente fríamente calculada. Incluso cuando no te gusta la película, sabes que el tipo puso en la pantalla justo lo que quería. Con FANNY & ALEXANDER, se despedía del cine (aunque hace un par de años retornó brevemente con SARABAND, hermosa). Y como despedida fue fastuosa, larga, increíble. No cualquiera puede decidir despedirse del cine con una obra maestra, pero Bergman lo hizo. Todo en ella es perfecto.

FRANCIS FORD COPPOLA
Si por él fuera, todas sus películas serían big ones. De hecho, casi todas lo son. Ciertamente en sus créditos esta la big one por excelencia: APOCALYPSE NOW. Se necesitaba de él para que un proyecto planeado como cine de guerrilla, en 16mm, se tornara en lo que finalmente fue. Pero el resto de su obra contiene otros tantos intentos por cosas similares: EL PADRINO 2 es bastante ambiciosa, ONE FROM THE HEART, TUCKER, DRACULA...Hay muchas. De hecho, la falta de apoyo para su visión es lo que lo obligó a retirarse del cine en los últimos años (ya terminó su más reciente película pequeña), pero sigue amenazando con de alguna forma, hacer realidad su proyecto soñado, MEGALÓPOLIS. El nombre lo dice todo.

JAQUES TATI
PLAYTIME es la gran obra de Tati, una de esas películas incomparables literalmente, porque de verdad, no hay por dónde compararla. Extraña, graciosa, sin trama, sin personajes. El mundo creado por Tati, de vidrio, metal y futurismo, al servicio de sí mismo. Casi todos los que la ven coinciden en que la mejor manera de vivir esa experiencia es como originalmente se planeaba: en un cine con pantalla para 70mm. Única.

DAVID LEAN
Junto con Kurosawa, es el master de lo grandote. Todavía lo imitan, pero vean LAWRENCE DE ARABIA y se darán cuenta que casi todo palidece en comparación. Ademas, el sí logra sin problema darle igual balance a la grandiosidad de la producción con la intimidad de la historia. Es una película imposible de concebir hoy en día, un verdadero acto de fe que se haya hecho como se hizo, y ahí está. Su fama está justificada.

FEDERICO FELLINI
La épica postmoderna, aquella ubicada en una realidad cercana en vez de en tiempos pasados o imaginarios, comenzó con LA DOLCE VITA. Y Fellini básicamente se quedó en esa onda por el resto de su carrera. Sus dos verdaderas big ones, en el sentido de que su grandiosidad iguala a su contenido, son LA DOLCE VITA, la película más alegre sobre la desesperanza, y 8 ½, hasta ahora la confesión más personal que un cineasta haya puesto en la pantalla.

KUBRICK
Podría dar un sólo ejemplo, pero está claro que este wey, después de 2001, operó en la zona big one en cada película. He meant business all the way.

Wednesday, May 30, 2007

EL CIELO DE MISSOURI

Para esa gente vacía que dice que no hay nada que valga la pena ver en U.S. and A. como si la fronteras no fueran una irrelevante invención del hombre.
http://www.missouriskies.org/rainbow/february_rainbow_2006.html

DOS AUTORITARIOS

Iba a escribir un post sobre lo irónico de la situación de las televisoras tanto en México como en Venezuela, pero creo que este cartón de Helguera dice todo lo que podría yo decir al respecto.

POR NADA

"Casey murió por nada... murió por un país al que le importa más quién será el próximo American Idol que saber cuántas personas morirán en los próximos meses".

La activista gringa Cindy Sheehan, (hablando de su hijo Casey, muerto en Irak en el 2004) en la carta que anuncia su retiro del movimiento pacifista por su natural malviaje ante los ataques de republicanos y demócratas por igual, y la apatía general de una cultura occidental demasiado acostumbrada a vivir y pensar como idiotas.