Tuesday, August 08, 2006

MANN'S WORLD

MIAMI VICE es una rareza. Es al mismo tiempo totalmente convencional y totalmente diferente a cualquier otra película que hay ahí afuera. Es tan complaciente con la audiencia como exigente. Citando la crítica del New York Times: "Es una película de acción para los que les gusta el cine de arte experimental y viceversa".

Sin ninguna explicación tradicional, somos literalmente tirados en medio de una historia confusa que ya comenzó, y levantados de ella lejos de algún final. Vemos durante dos horas desenvolverse un pedazo de lo que parecen ser dos vidas en el límite. La sensación es de voyeurismo, como si vieras en ese rato un gigantesco mundo subterráneo que lo mismo añoras que repeles. Dos agentes undercover que parecen uno, que casi no hablan y cuando lo hacen, es en su jerga policiaca, tan dedicados a su trabajo que sus vidas fuera de él son un vacío impenetrable o un sueño. No muy diferentes de otros personajes en las películas de Michael Mann, que parecen ser un reflejo del director mismo, con una dedicación al trabajo que raya en el fetichismo, como el detective de Al Pacino o el robabancos de De Niro en Heat, o el frío asesino a sueldo de Tom Cruise en Colateral.
MIAMI VICE deja atrás la nostalgia de las películas basadas en series de televisión y ofrece toda una reinvención del concepto. No hay un solo segundo kitsch o irónico. Es una rareza también por la manera en que confía en la inteligencia del público no sólo para seguir los nombres, lugares y hechos de la historia sin explicarlos tres veces, como normalmente se hace hoy en día, sino en la capacidad de ese público para apreciar los detalles, las cosas no dichas. Muchos de los momentos más logrados de MIAMI VICE son abstractos, llenos de silencio.

Es raro que la trama sea un simple episodio de giros y sorpresas en una misión undercover que abarca narcos, neonazis y ejércitos, y al mismo tiempo haya una corriente emocional nunca desglosada, nunca explicada, con detalles aquí y allá, que serán notados por el expectador antento. Y de eso se trata, finalmente, pues MIAMI VICE, a pesar de su campaña publicitaria y su exhorbitante costo de producción, no es una película para verse en un cine lleno de gente. Es mejor ir temprano, verla con la sala casi vacía, y dejar que entre en ti.

Michael Mann tal vez sea uno de los pocos directores del mundo que ha elegido usar video digital en vez de cine por propósitos artísticos en vez de económicos. La fotografía del genial Dion Bebee es absolutamente espectacular, y ayuda a crear un "mood" durante toda la película que la hace sentir única. Un "mood" de inseguridad, de melancolía, de vacío. La fotografía, como pocas veces se usa en el cine, expresa más de la vida interna de los personajes que sus diálogos.
Mann es realmente un auteur, y su cine, a pesar de regodearse en el rango de lo comercial, es más artístico y con menos concesiones que muchas de las dizque películas serias de hoy. De hecho, lo que ha logrado a a través de Heat, El Informante, Colateral y Miami Vice es distintivamente suyo, y no sabría como llamarle, excepto como una nueve especie de film noir ultra moderno, donde todo es peligroso, el amor es imposible, y todos los personajes son hombres de honor. Nunca vas a ver un traidor en una película de Mann, y si lo hay, el resto de los personajes lo tratarán como una broma, sin darle siquiera la oportunidad de redimirse con dimensiones trágicas. Y hay un detallismo brutal. Mann tiene un fetiche por los métodos. Cada cosa que hacen los personajes, cada palabra, cada arma, juguetito especial, procedimiento que deben seguir en su misión está tan cuidado que logra convencerte de la realidad que te presenta, sin importar si tiene algún parecido con la realidad real.
Admito que tuve mis problemas con MIAMI VICE al principio. Las actuaciones de los protaginistas no me gustaron hasta que comencé a reflexionar sobre lo que estaban tratando de hacer. Habría que verla de nuevo, cosa que no me resulta nada desagradable. Y de hecho, hay que dejar claro, que VICE no está en los niveles de entretenimiento amigable de COLATERAL o HEAT. Ya que lo pienso, uno no disfruta MIAMI VICE, es demasiado seca y melancólica, y eso la hace especial.

Todo esto es imposible de hacérselo entender a la gente cuadrada que no va a a ver en MIAMI VICE más de lo que han elegido ver: una simple película de acción más. No importa mucho. Los que saben de cine saben que lo más difícil de lograr es trabajar en los confínes de un género y aún así ser fresco, atevido y exitoso. Lo más cabrón es colar una visión personal y artística en una película palomera de verano de 135 millones de dólares. Cuando sucede, es casi un milagro. Y casi siempre el público no ve lo que tiene frente a sus ojos. Hitchcock tuvo que llegar a ser un viejito para que Francois Truffaut lo entrevistara con el respeto que un pupilo le tiene a un maestro, y fue entónces que el mundo comenzó a notar que no sólo era el "mago dle suspenso", sino un artista completo como Kurosawa o Bergman. Michael Mann está por ahí, y es cuestión de tiempo para que ese dato se vuelva lugar común también.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home