Monday, July 30, 2007
Tuesday, July 24, 2007
ZODIAC

Para cuando Fincher hizo SEVEN, ya había suficientes imitaciones de EL SILENCIO DE LOS INOCENTES en el panorama. Pero SEVEN ha logrado sobrevivir. De hecho, es la única “otra” película sobre asesinos seriales, además de la de Johnathan Demme, que ha prevalecido en el colectivo. Va más allá de ser un simple thriller. Es una verdadera pesadilla y una película profundamente pesimista cuyas características se sienten sinceras. Su estética no es un artificio, y aunque fue muy imitada en los años siguientes, lo que en los copiones ya se siente viejo en SEVEN se siente atemporal. Todo un logro. Y tal vez fue por eso que le confiaron tanto este proyecto que, de muchas formas, es la antítesis de SEVEN.


ZODIACO se toma su tiempo. Pero hay que dar crédito al hecho de que a pesar de ser una película tan cargada de información, nunca, ni por un segundo, se torna aburrida. Siempre está pasando algo, interna y externamente. La primera vez que la vi tuve uno o dos momentos de impaciencia, pero debo atribuírselo al pinche Cinépolis Cumbres y su pinche necedad de seguir poniendo el volumen BAJO. ¿Por qué siguen haciendo esto? No sé. En Xalapa no lo han hecho las veces que he ido al cine. Es absurdo que tenga uno que venir a Xalapa para escuchar una película propiamente. Por otro lado, escuché que Fincher había mezclado la película primero en Mono, y luego en Stereo, de acuerdo al año en que se estaba desarrollando la trama, pero no me di cuenta de eso cuando la vi, en ninguna de las dos ocasiones.

Desde el año pasado como en octubre, comencé a escuchar críticas entusiastas respecto a ZODIACO. Se habló de posibilidades de premios de la academia y de una obra madura por parte de un director que siempre había prometido rebasar sus propias expectativas. Luego, el estudio no supo cómo tratar a Zodiaco, o cómo mercadearla, y pospusieron su estreno hasta marzo o abril, lo cual en el mundo del cine Hollywoodense significa la muerte en taquilla (demasiado lejos del verano) y en premios (demasiado lejos del invierno). Digamos que le dieron en la madre, pero eso no impidió la celebración de la crítica ni el pequeño culto de admiradores que se está formando alrededor de la película. Para fin de año, espérenla en las listas de “lo mejor de”...en unos años más, sólo habrá crecido en estatura.
Thursday, July 05, 2007
Tuesday, July 03, 2007
LYNCHLAND EMPIRE

La más reciente película de Lynch, INLAND EMPIRE, es un paso más en esa dirección. Y es un gran paso, cuya importancia tal vez vaya a ser apreciada con más claridad en algunos años. Tres años de rodaje, sin guión, con una cámara de video y un grupo de actores dispuestos a seguirle el juego a su director han dado como resultado algo que Lynch ha buscado desde ERASERHEAD hace 30 años, y a lo cual se ha aproximado en algunas ocasiones: una película completamente impresionista.
De hecho, a INLAND EMPIRE no se le puede juzgar, analizar o estudiar como a una película común y corriente, porque cualquier teoría o “regla” acerca de cómo debe ser un filme es tirada por la borda una y otra vez desde el inicio hasta el final. De hecho, la narrativa que Lynch propone es una que pasa a segundo, tercer, cuarto plano. Esta es una película de sensaciones, texturas, sonidos, y emociones. La historia viene después. La interpretación, por fin, puede ser tan diversa como las personas que la busquen. Siendo claros, ¿Recuerdan esos últimos diez o quince minutos de MULHOLLAND DRIVE donde todo parece aclararse pero no y donde la sensación de “what the fuck?” se apodera de uno y te das cuenta que es mejor dejar de intentar comprender la película en términos razonables? Pues INLAND EMPIRE son esos minutos multiplicados por 30...

Por regla, yo nunca leo nada acerca de películas que quiero ver sino hasta después de verlas. Rara vez conozco la trama. Lo único que me interesa saber son detalles técnicos: quién dirige, quién actúa, quién escribe o fotografía. Prefiero entrar a la sala sin idea de nada. Algunos me han visto taparme los oídos en el cine durante los trailers (que tienden a contar toda la pinche película de una forma espantosa). Pero INLAND debe ser la primer cinta de mi vida que es inmune a esto. Podría contar escenas enteras sin arruinar la experiencia, porque es todo tan críptico y sensorial que no importaría.
Y dadas sus características, puede resultar fácil para algunos tildar despectivamente a INLAND como algún tipo de experimento amateur, comparable con películas de estudiantes de arte que todavía no saben bien qué pedo, pero definitivamente no es así. Se requiere harto talento y seguridad para lograr una película de tres horas como esta. Lynch es capaz de hacerte sentir por personajes que ciertamente, no conoces, ni siquiera tras horas de verlos en situaciones bizarras sin tener la coherencia a la que estamos acostumbrados. Es muy sorprendente la reacción emocional que obtiene del público tomando esto en cuenta (o sin tomarlo, de hecho). Y especial crédito se merece Laura Dern, la protagonista, que se entregó por completo al experimento y brinda la actuación de su carrera. No cualquiera tiene los huevos para hacer algo como lo que ella hace aquí con tanta convicción. Si los óscares fueran relevantes ella hubiera estado al menos nominada en la última entrega.

Todo esto no quiere decir que INLAND EMPIRE carezca de lógica. Estoy seguro que la tiene. Lynch mismo afirma que es de vital importancia que el creador tenga una explicación para sí mismo de lo que está haciendo. No le gustan los trucos, ni las arbitrariedades. Pero no lo van a escuchar a él explicando nada en el futuro cercano. “La gente debería de sacar sus propias conclusiones”. Tal vez en una tercera, o cuarta vista yo le encuentre a algún sentido “normal”, pero no lo considero necesario. De hecho, a los cinco minutos de comenzada esta película, me di cuenta que era inútil tratar de comprender algo en el sentido usual y mejor me dejé llevar, disfrutando momento a momento, de lo que se me ofrecía. Y me resultó chingón. Sentí miedo, lástima, compasión, inquietud, risa, y otras cosas que las palabras no pueden describir del todo.
¿Es una película perfecta? No sé. Como dije, ni siquiera sé cómo juzgarla, qué parámetros tomar. Es como ver una pintura en movimiento. Sé que en la primera vista, algunas escenas (como la de la vecina que llega a tomar café) no cuajan completamente, pero mayormente sí. Mayormente me queda la sensación de haber nadado en una pesadilla hermosamente elaborada. Tal vez pudo haber sido menos larga, pero tal vez necesito volverla a ver. Y de hecho, lo haré en cuanto pueda.
Lo que sí sé es que, como obra importante dentro del que probablemente es el cineasta americano más importante de la actualidad, tal vez estemos ante un parte aguas. ¿Es este el futuro del cine? Durante más de cien años, el cine ha estado confinado mayormente a contar historias. Ha sido una variación de la literatura, o casi un prisionero. Ha habido esporádicos intentos en todo este tiempo por liberarlo, por hacerlo un medio expresivo más que narrativo, pero la naturaleza del mercado ha hecho esto muy difícil. Con la democratización de los recursos, tanto de producción, como de distribución (INLAND EMPIRE fue distribuida por internet, ningún distribuidor grande la quizo agarrar), tal vez en algunos años, con la libertad que eso implica, más y más cineastas encuentren el espacio para darle al cine nuevas dimensiones. Y nada más por eso, INLAND EMPIRE y lo que representa en todos los sentidos, me emociona mucho.
THE BIG ONES


A Kurosawa, tal vez más que a cualquier otro, le debemos este tipo de películas. Él fue quien popularizó las películas de 3 horas cuando básicamente nadie las hacía. Su éxito le permitió sumergirse en varias durante su larga carrera, de las cuales, para mí, la que cumple más con las características de una big one es RAN, su adaptación del Rey Lear al Japón Medieval, una majestuosa épica que incidentalmente es una de las visiones más oscuras de la humanidad que se hayan plasmado en el cine. Una reflexión del siglo XX, el siglo de la luz y la oscuridad más profundas.

Stone es otro de los que no le teme a nada, pero su proyecto más personal, el sueño de su puta vida, no fue lo que el mundo esperaba. ALEXANDER (que vi dos veces para cerciorarme de lo desatinada que fue) nomás no dio una. Como quiera, Stone ya había hecho una épica íntima y fascinante que sí está chida, sobre otro líder, éste decadente, en el 95. Se llama NIXON.

Hay gente, como Sergio Leone, que no sabe trabajar en pequeño. Chequen EL BUENO, EL MALO Y EL FEO, una película bastante simple pero gigantesca, para muestra. Por eso, su Big One es más big one que lo usual. Dedicado por diez años a hacerla, ONCE UPON A TIME IN AMERICA es la clase de película que ya no se hace. Larguísima, compleja, llena de detalles, y hecha con un amor que se escurre de la pantalla. Nadie intentó siquiera igualarla en Hollywood hasta el día en que el siguiente en la lista tuvo la suerte.

Por treinta años, Scorsese intentó llevar GANGS OF NEW YORK a la pantalla, y nunca se le hizo hasta que Leonardo di Caprio, con el éxito de TITANIC en la bolsa, convirtió a lo que una vez fue planteado como un “western espacial” en una película con posibilidades comerciales. GANGS no es la obra maestra que pudo ser (nunca veremos el corte original de cuatro horas que Miramax obligó a cortar), pero igual que Stone, tal vez sin proponérselo, Scorsese ya había hecho una épica bastante magistral en CASINO, y se aventó otra extraordinaria con THE AVIATOR.

Con IL GATOPARDO, Visconti logró una de sus mejores películas, y una de las más celebradas de la historia. Tremenda meditación sobre la mortalidad a través de la historia de una familia de aristócratas enfrentando la revolución siciliana. Tiene a Burt Lancaster en el que él describió como “mi mejor trabajo”, y cuenta con una de las secuencias claves del cine moderno, la del baile en la fiesta, que dura 45 minutos, y que dice todo sin usar las palabras.

Bergman es tan brillante que toda su obra se siente fríamente calculada. Incluso cuando no te gusta la película, sabes que el tipo puso en la pantalla justo lo que quería. Con FANNY & ALEXANDER, se despedía del cine (aunque hace un par de años retornó brevemente con SARABAND, hermosa). Y como despedida fue fastuosa, larga, increíble. No cualquiera puede decidir despedirse del cine con una obra maestra, pero Bergman lo hizo. Todo en ella es perfecto.

Si por él fuera, todas sus películas serían big ones. De hecho, casi todas lo son. Ciertamente en sus créditos esta la big one por excelencia: APOCALYPSE NOW. Se necesitaba de él para que un proyecto planeado como cine de guerrilla, en 16mm, se tornara en lo que finalmente fue. Pero el resto de su obra contiene otros tantos intentos por cosas similares: EL PADRINO 2 es bastante ambiciosa, ONE FROM THE HEART, TUCKER, DRACULA...Hay muchas. De hecho, la falta de apoyo para su visión es lo que lo obligó a retirarse del cine en los últimos años (ya terminó su más reciente película pequeña), pero sigue amenazando con de alguna forma, hacer realidad su proyecto soñado, MEGALÓPOLIS. El nombre lo dice todo.
PLAYTIME es la gran obra de Tati, una de esas películas incomparables literalmente, porque de verdad, no hay por dónde compararla. Extraña, graciosa, sin trama, sin personajes. El mundo creado por Tati, de vidrio, metal y futurismo, al servicio de sí mismo. Casi todos los que la ven coinciden en que la mejor manera de vivir esa experiencia es como originalmente se planeaba: en un cine con pantalla para 70mm. Única.
DAVID LEAN
Junto con Kurosawa, es el master de lo grandote. Todavía lo imitan, pero vean LAWRENCE DE ARABIA y se darán cuenta que casi todo palidece en comparación. Ademas, el sí logra sin problema darle igual balance a la grandiosidad de la producción con la intimidad de la historia. Es una película imposible de concebir hoy en día, un verdadero acto de fe que se haya hecho como se hizo, y ahí está. Su fama está justificada.
FEDERICO FELLINI
La épica postmoderna, aquella ubicada en una realidad cercana en vez de en tiempos pasados o imaginarios, comenzó con LA DOLCE VITA. Y Fellini básicamente se quedó en esa onda por el resto de su carrera. Sus dos verdaderas big ones, en el sentido de que su grandiosidad iguala a su contenido, son LA DOLCE VITA, la película más alegre sobre la desesperanza, y 8 ½, hasta ahora la confesión más personal que un cineasta haya puesto en la pantalla.

Junto con Kurosawa, es el master de lo grandote. Todavía lo imitan, pero vean LAWRENCE DE ARABIA y se darán cuenta que casi todo palidece en comparación. Ademas, el sí logra sin problema darle igual balance a la grandiosidad de la producción con la intimidad de la historia. Es una película imposible de concebir hoy en día, un verdadero acto de fe que se haya hecho como se hizo, y ahí está. Su fama está justificada.

La épica postmoderna, aquella ubicada en una realidad cercana en vez de en tiempos pasados o imaginarios, comenzó con LA DOLCE VITA. Y Fellini básicamente se quedó en esa onda por el resto de su carrera. Sus dos verdaderas big ones, en el sentido de que su grandiosidad iguala a su contenido, son LA DOLCE VITA, la película más alegre sobre la desesperanza, y 8 ½, hasta ahora la confesión más personal que un cineasta haya puesto en la pantalla.
Tuesday, May 22, 2007
ÚLTIMAS CONSECUENCIAS
Ya había visto la portada en un idioma parecido al ruso del dvd de BORAT y me había parecido un detalle gracioso, pero aún así no estaba preparado para la última bromita de la película: el disco en el que viene. Caí completamente cuando el domingo abrí mi copia de BORAT y me encontré con esto:
Por un momento estuve a punto de ir a pelearme a Sahari's pero entré en mis sentidos y decidí probarla ante la duda: "¿Y si así es?"...y sí, así es.

Tuesday, May 15, 2007
TRIPAS

La idea es utilizar la misma tecnología con la que animaron a Gollum en El Señor de Los Anillos y así aventarse las tres, lo que implica que toda la onda puede ser trippy. Algo, visualmente, nuevo.
Por otro lado, es evidente que Steven Spielberg ya no está tan renuente a involucrarse como director en proyectos cuyo propósito primario sea hacer dinero. Dreamworks ya fue, y ahora tiene que jugar el juego como los demas, aunque sea Steven Spielberg. Su movida para dirigir la cuarta película de Indiana Jones también estuvo motivada por la lana. Lo que se dice es que para poder darle lana para hacer su película sobre Lincoln con Liam Neeson tuvo que doblarse y revivivir un personaje que la neta, es muy probable que haya sido mejor dejarlo en paz. No que no pueda sacarse algo recool de la manga.
Thursday, May 10, 2007
FOR THE CHILDREN

Personalmente, quiero a Johnny Depp de vuelta. Antes de Piratas, podías confiar en él para involucrarse en proyectos arriesgados e interesantes. Ahora hace películas "para sus hijos". Pinches güercos, arruinan todo. ¡Sí al aborto!