Friday, June 09, 2006

OPEN MEXICO

(This is old, fue publicado por mí en otro blog back in 2005)

Me voy unos días de la civilización y al regresar me encuentro con un México diferente, en el que a la medianoche en el canal 22 se puede ver un infomercial para una línea telefónica gay que me atrevo a llamar una pequeña gema del humor postmoderno.

Ahora los gays también pueden tener sexo por teléfono, y me imagino que todos están celebrando que poco a poco son cada vez más parte de los demográficos mercadológicos. Sí, que chido, que chido ser un nicho de mercado, cuanta aceptación, que belleza.

En un salón que en medio de lo kitsch de su escenografía se extrañan las columnas grecorromanas, una bola de hombres semi afeminados representan las que me imagino, los focus groups indican, son las fantasías y las preocupaciones más representativas de la mayoría de los homosexuales (tanto los de closet como los liberados) del país. "Háblame, podemos hablar de lo que tú quieras", dice un tipo delgado con aspecto ravero, camiseta blanca de tirantes y pantalones camoflajeados. Otro, el "gay de gimnasio", habla de como a veces sus amigos gays no le agarran la onda y siente la necesidad de hablar con gente extraña. Y el más chistoso de todos, el "gay machín", con sombrero y jeans ajustados, nos invita a hablarle y atrevernos a decirle lo que queramos, porque a él le gusta la gente que "lo arriesga todo". Hay una cintilla con la forma de un arcoiris que indica el número en el que seguramente muchos van a perder una buena parte de su salario.

A mi no me molesta pero me hace sentir un sentimiento raro de...hueva. Si la homosexualidad ya se puede discutir de una forma tan banal, aburrida y poco sexy en la televisión abierta, ya no quedan muchas fronteras para que algo sexual sea considerado subversivo. No que tenga que ser así, pero voy a extrañar el tabú. Y es triste que el indicador de cierta mentalidad open mind sea la manera en que determinado grupo se convierte en un objetivo publicitario, que en la tradición de el marketing, le habla a su público meta como si fuera su amigo, cuando finalmente todo se trata de dinero.

Si yo fuera openly gay, me molestaría un poco que se asuma que con ciertos argumentos, ciertas palabras, colores, y discursos, me puedan convencer de comprar cualquier cosa, en base a datos asumidos por medio de encuestas. Creo que es una forma más de autosegregarse...pero bueno, lo divertido es poder ver el infomercial.

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