Wednesday, October 25, 2006

CHILDREN OF MEN

Lo que más pasaba por mi mente al ver CHILDREN OF MEN, es el nivel de oficio al que los cineastas mexicanos que han tenido chance de trabajar han alcanzado con los años. Entre esta, EL LABERINTO DEL FAUNO y BABEL, estamos viendo los frutos de la inversión, por así decirlo, aunque es una pena que la inversión no se haya hecho completamente en México. EL LABERINTO DEL FAUNO es medio española, BABEL es gringa y CHILDREN OF MEN es británica.

Esta es la película que corona a Cuarón como, si no lo era ya, uno de los grandes. Hay que tener altas expectativas de él de ahora en adelante, la barra ha subido, el tipo está en un rush. No hay otra manera de explicarse el nivel de orquestación visual al que ha llegado, junto con Emmanuel Lubeszki, en esta película, en donde cada toma parece cuidadosamente diseñada, planeada y ejecutada. Iñarritu dijo hace poco, refiriéndose a CHILDREN OF MEN, que era “como Kubrick”, y aunque es un poco exagerado, creo que tiene algo de razón. Hay una sensación constante de estar viendo una pieza meditativa, llena de ideas, con substancia y simpleza al mismo tiempo.
CHILDREN OF MEN no es una película demasiado rebuscada. La anécdota es simple y el desarrollo de personajes escaso. Clive Owen, perfecto como el sujeto por el que nosotros vemos este extraño futuro tan parecido al presente, tiene pocos momentos de intimidad en su odisea. Todo está en función de la anécdota, sin que eso signifique que la película es meramente anecdótica. Y qué oportuna visión del “futuro”, con los seres humanos conscientes de su propia extinción, fronteras cerradas con ejércitos, maltrato a inmigrantes en sociedades “avanzadas”, es un futuro bastante cercano. Y uno de los encantos de la película es su sutileza, su poca inclinación el gran “momentum”, pero cuando éste llega, es casi sublime la forma en que Cuarón, Lubeszki, y todo el resto del crew expresan con imágenes lo que sería demasiado obvio con palabras.
El feeling de estar atestiguando el Apocalipsis mismo, expresado en la idea de una humanidad infértil sin esperanza de vida, pero aún inmersa en los mismos problemas y tonterías de siempre, hacen que la película sea triste sin llegar a ser cínica, en parte gracias el sentido del humor, y sobre todo a la sensibilidad de Cuarón, quién recordemos, siempre sabe donde meter la nota emocional sin martillarla demasiado.

Me pareció interesante que tanto Cuarón como Richard Linklater en A SCANNER DARKLY (ver más abajo) deciden usar varias veces a Radiohead en el soundtrack. Supongo que se han convertido en el sonido perfecto para el futuro que sabe a presente. Aunque Cuarón tiene otras selecciones musicales bastante cool.

El standout definitivo de CHILDREN OF MEN, a pesar de que es una gran película inteligente, se va forzosamente con Lubeszki y su chingonsísima fotografía. Hay cosas en esta película que son así nomás, visualmente excitantes. Los momentos finales, especialmente, son un verdadero trip.
También es curioso que le onda amigable con las drogas es coincidente también en CHILDREN OF MEN y A SCANNER DARKLY, pues todos los personajes simpatéticos fuman marihuana. Michael Caine tiene una excelente línea: “La gente se está muriendo, el gobierno regala kits suicidas, y la mota todavía es ilegal”.

Qué chido es ver que Cuarón ha llegado totalmente a su madurez como cineasta. Se siente tan seguro que lo único que podemos hacer es empezar a saborearnos el nivel de chidez que es posible que obtenga con su próximo proyecto en México acerca de la matanza de Tlatelolco. Si está al nivel de CHILDREN OF MEN puede ser que nos caiga algo histórico.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home