Friday, October 20, 2006

SCAM

Desde que llegué a Madrid me siento Tin Tan o uno de esos weyes, engañando al mundo entero en una elaborada estafa de la que salgo ganón todo el tiempo. No es que yo crea que no me lo merezco, es que no me la creo que otros estén convencidos de que sí. La sensación, creo, es medio compartida por el resto de los que caímos becados aquí. Te sube la autoestima y te cuestionas si no has sido demasiado desconfiado de tu propio valor como talento.

Aquí estamos, 18 latinos becados por la Fundación Carolina, más unos diez becados sólo por la Casa de América, en el curso de desarrollo de proyectos cinematográficos iberoamericanos. Hay gente de casi todo el continente: Argentina, Brasil, Ecuador, Colombia, Uruguay, Paraguay, Honduras, Cuba, Venezuela…yo soy el único mexicano. Todos venimos con un guión o un proyecto concreto, y la neta nos tratan como reyes.

Yo en lo personal no puedo creer que antes de salir para acá no tenía ni para la gasolina y ahora me la paso de lux. Nos quedamos en la residencia de estudiantes de Madrid, lugar donde, nunca te permiten olvidar por ningún motivo, se quedaron Dalí, Buñuel, Lorca y hasta Einstein. Te señalan constantemente que si Dalí y Buñuel no se hubieran conocido aquí, igual no hubieran hecho el Perro Andaluz, y quién sabe dónde estaríamos ahorita. Tal vez tampoco tendríamos Viridiana, o Los Olvidados. La onda es medio prepotente, cabe señalar.

La estancia es recool. Creo que venía preparado para lo que fuera. Beca completa me sonaba a dormitorio compartido con otros diez y a un comedor tipo prisión con una gorda sirviendo puré de papas en una charolita a una larga fila de estudiantes infelices. Lo que me encontré fue una habitación propia con tele, escritorio para trabajar, camas con sábanas que se lavan a diario, baño completo con tina y hasta una secadora de pelo. Las comidas son tan ricas que causan culpa, por la engordada y por el excesivo lujo. Muchas veces ni siquiera sé que es lo que me ofrecen, los nombres son raros. Ensalada de cangrejo, pastas con calamar en su tinta, hojaldre de cordero, bacalao a la no sé qué chingados, lasagna de vegetales. Todas las comidas de dos platos y postre, generalmente también algo ridículamente delicioso. No te dan de beber más que agua, pero sinceramente, te vale madre. Además, te pagan la transportación pública.

Luego a la residencia cae gente importante e interesante, hay conciertos de piano (el piano de Lorca, ni más ni menos), obras…ayer estuvo Joaquín Sabina leyendo poesía…Hay una biblioteca enorme con todo tipo de libros y películas, aquí al ladito…

Eso sin contar que básicamente lo único que tengo qué hacer es tallerear mi guión y trabajar con la gente de mi curso, que es de lo más chido. La verdad nunca había disfrutado tanto de estar en la escuela. Tal vez, de hecho, sea la única vez que realmente lo estoy disfrutando.

1 Comments:

Blogger Mario said...

¿De qué va tu guión? ¿Puedes adelantar algo? ¿Quieres dirigirlo tambien tú o sólo trabajar el guión?

11:46 PM  

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