Wednesday, September 13, 2006

99 PROBLEMS BUT A BITCH AIN'T ONE

Llevo meses, tal vez años pensando en escribir un pequeño texto acerca de cómo en 1999 hubo más películas chidas de lo normal. A estas alturas, cinéfilos y críticos coinciden en que el 99 fue el último gran año del cine hasta el momento. Por lo menos del cine hablado en inglés.

Lo que sucedió en el 99 fue inaudito. De hecho, las películas eran tan buenas y tan diferentes que no fueron pocos los que se preguntaron si el buen cine de ese año era un síntoma de que las cosas estaban cambiando, de que los estudios iban por fin a empezar a apostarle los billetes a películas menos convencionales, a romper el molde, a arriesgar algo para variar, en aras del buen cine. Y había razón en preguntarse eso, pues la mayoría de las películas chidas del 99 (muchas) no fueron independientes, sino productos directos de la maquinaria hollywoodense.
The Straight Story, de David Lynch
American Beauty, de Sam Mendes
Eyes Wide Shut, de Stanley Kubrick

Y probablemente esa fue la gran diferencia. Películas arriesgadas contaron con el respaldo económico de los estudios, y así obtuvieron una mayor audiencia y reconocimientos más notables. Increíble que una película tan extraña como Being John Malkovich, de Spike Jonze, haya sido de estudio.

Y miren la lista. El 99 fue el año de Eyes Wide Shut, la última película de Kubrick, ninguneada en su momento y que con cada año que pasa crece en estatura y aprecio. Fue el año de The Matrix, que revolucionó el cine de acción para la nueva década, y no sólo eso, sino que se trataba de ALGO, en oposición a lo que el cine de acción normalmente es. Y fue el año en que una película como American Beauty no sólo ganó el oscar, sino que además fue éxito de taquilla.


Being John Malkovich, de Spike Jonze

Todo Sobre mi Madre, de Pedro Almodóvar

Sweet and Lowdown, de Woody Allen

Muchas cosas extrañas sucedieron en el cine del 99: tal vez la más extraña fue atestiguar que una película del maestro del freak, David Lynch, The Straight Story, comenzara con el título de Walt Disney Pictures Presenta, y todavía más loco, que esa película, en toda su dulzura clasificación A, resultara ser una obra maestra (mi favorita de ese año, lo cual es decir mucho).

Summer of Sam, de Spike Lee

Dogma, de Kevin Smith

Man on the Moon, de Milos Forman

El 99 fue el año de Magnolia, de PT. Anderson, fácilmente la película más influyente de los último diez años. Y fue el año de Fight Club, una película tan subversiva que la única manera de hacerla más subversiva fue ponerle de estrella a Brad Pitt. Hay pocas películas que hablen tan claramente del momento histórico en el que se filmaron como Fight Club.

El cine de horror tuvo dos exponentes que se convirtieron en clásicos instantáneos: The Sixth Sense, de Shyamalan, y el fenómeno cibernético de The Blairwitch Project. David Cronenberg brindó una de sus películas más extrañas: Existenz.

Magnolia, de Paul Thomas Anderson

Limbo, de John Sayles

The Insider, de Michael Mann

Hasta las comedias prepoides de adolescentes encontraron una voz inteligente y mordaz en la sátira política Election, de Alexander Payne, previo a sus éxitos con About Schmidt y Sideways. Kevin Smith, quien usualmente maneja un humor más puberto, se puso polémico con su irreverente crítica a la iglesia católica Dogma. Hubo una explosiva mezcla de farsa y acción con Three Kings, de David O. Russell, la primer película de estudio americana que trataba con algo de cerebro el tema de la guerra del golfo pérsico del 91.

Parecía que cada director respetable estaba bateando homeruns por su lado. Además de Kubrick, Anderson, Jonze, Lynch, Cronenberg y Shyamalan, estaban Oliver Stone, con su ácido estudio del fútbol americano Any Given Sunday, Martín Scorsese con la deprimente Bringin Out the Dead, Pedro Almodóvar con su masterpiece Todo sobre Mi Madre, Anthony Minguella con el elegante misterio The Talented Mr. Ripley, Tim Burton con su divertida y lúgubre mezcla de horror y comedia en Sleepy Hollow, Michael Mann con la mitad thriller mitad drama contra las corporaciones, The Insider, Neil la Bute con la desoladora misoginia de Your Friends and Neighbours, Robert Altman con su alegre y despreocupada Cookie’s Fortune, John Sayles con la atrevida y abierta Limbo, Spike Lee con su excesiva Summer of Sam, Milos Forman con Jim Carrey completamente transformado en Man on the Moon y hasta Woody Allen, quien suele ser irregular, se puso a la altura con su tragicomedia Sweet & Lowdown.


Election, de Alexander Payne

Bringing out the Dead, de Martin Scorsese

Any Given Sunday, de Oliver Stone

En México tuvimos al menos dos películas valiosas: la adaptación totalmente sin concesiones de Arturo Ripstein de El Coronel no Tiene quien le Escriba, y la fascinante Bajo California, el Límite del Tiempo, una de las películas mexicanas más cool de los ultimos años.

Lo que me pasó ese año es que por un periodo de dos o tres meses, cada vez que iba al cine salía tan feliz que no daba crédito. Todas estas cintas no tienen nada en común una con la otra, son visiones únicas con estilos personales, es cine de autor a gran escala. Críticas, fuertes, inteligentes. Y todas son realmente muy buenas. Pronto serán diez años de esto, y ninguno de los años subsecuentes han estado ni cerca de lo que sucedió en aquel entonces. Al contrario, cada vez es más difícil toparse con películas tan libres en el cine, y cada vez tiene uno que conformarse más con productos más convencionales. Imagínense que nos hemos vuelto tan fresas, políticamente correctos y predecibles que a Crash y a Brokeback Mountain se les considera películas atrevidas...


1 Comments:

Blogger Mario said...

Yo agregaría a tu muy certero recuento sobre el gran año que fue 1999, "Rosetta", la película de los hermanos Pierre y Jean Luc Dardenne que, sin embargo, vimos en la Ciudad de México hasta mediados del años siguiente... Como bien dices, "Fight Club" es una de las películas que guardan una relación más estrecha con el momento en que fue filmada. Algunos directores ensayan la nostalgia por el pasado, otros añoran escenarios futuros donde todo sea diferente, pero Fincher se situó exactamente en su momento para hablar de toda una tribu que conoce de primera mano. Es una película fascinante, sin duda, una reelaboración genial de la novela de Palahniuk. 1999: "Magnolia", "The Talented Mr. Ripley", "eXistenZ", "El coronel..." Qué gran año!!! Me gustó mucho que incluyeras en tu recuento al cine mexicano, sobre todo porque "El coronel..." marca un momento de ruptura en la obra de Ripstein, un cineasta al que personalmente valoro mucho, aun en sus puntos débiles

10:16 PM  

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