Thursday, November 02, 2006

LOS DIFUNTOS

Lo voy a decir así pelón: THE DEPARTED (Infiltrados) es una obra maestra. Se une a MEAN STREETS y GOOD FELLAS como uno de los ejemplos más claros de chingonería en el cine de crimen. Está tan bien hecha y funciona tan perfectamente en todos sus aspectos que sales completamente feliz del cine por haberla visto. Te recuerda aparentemente sin ningún gran esfuerzo de por qué te gustan las películas. No es una obra que aspire a ningún tipo de grandeza y sin embargo, regodeándose en sus orígenes pulpy, se convierte en la combinación perfecta entre el cine como puro entretenimiento y lo que usualmente se llama séptimo arte.

El responsable es Martin Scorsese, a quién le dieron un guión que evidentemente funciona y lo hizo a la perfección. No he visto la serie de películas hongkonesas en las que se basa The Departed (Infernal Affairs), pero estoy curioso. Simplemente no se siente como un remake. Se siente como algo vivo por su propia cuenta, con su propia identidad, algo que curiosamente tiene que ver con el tema de la película.
THE DEPARTED se trata sobre dos personajes que mienten para vivir: un policía haciéndose pasar por gangster, y un gangster haciéndose pasar por policía. Es bastante simple, realmente, pero es puro cine con lo que esto se vuelve magistral. De la misma forma, la película, con su adaptación de Hong Kong a Boston hasta el último detalle, pareciera ser un remake pretendiendo no serlo.

La anécdota, que en primera instancia no suena nada interesante, es condimentada con todo lo que hace que una película esté chida. Los diálogos son intensos, llenos de humor y agilidad. La cámara se mueve fantásticamente de forma restringida (Scorsese se caracteriza por un estilo mucho más cinético que el que muestra aquí, creando tensión entre los personajes), y la trama va y viene de un personaje a otro deslizándose de forma tan suave que como espectador realmente sientes que la película se vuelve impredecible.
El punto clave de THE DEPARTED son los actores. Es un elenco de sueño con todos, absolutamente todos, luciéndose. No podría señalar a uno que no estuviera dando el máximo, pero especialmente Leonardo di Caprio es el que logra fabricar el personaje más inquietante, lleno de paranoia, emocionalmente destrozado, con una constante mirada de rata asustada que te hace sentir que en cualquier momento va a explotar. Pero no está solo. Matt Damon tiene amplio espacio para desarrollar su calculador criminal, y Jack Nicholson, como la personificación del mal, brinda una de sus actuaciones más coloridas. Mark Whalberg y Alec Baldwin se roban todas y cada una de las escenas en las que aparecen, y Martin Sheen te rompe el corazón. Es una competencia sana de talentos en la que todos salen ganadores. Hasta la chica, Vera Farmiga, está a la altura.

Scorsese siempre ha sido mejor como DJ que usando partitura original, y aquí vuelve a dar pruebas de que poner rolas pasadas es lo suyo. Nadie en el cine usa el rock como Martin Scorsese.

Yo no soy de los que ha criticado a Scorsese en los últimos quince años. Para mí, cualquier persona que no quiera reconocer el obvio valor de películas como La Edad de la Inocencia, Casino, Kundun, Bringing Out the Dead, Pandillas de Nueva York y especialmente El Aviador (una gran, gran película) están ciegos o son posers. Pero es obvio que THE DEPARTED tiene una energía especial, podías sentirla cuando la película corría y al salir por las reacciones de la gente. No había que buscarle mucho para darse cuenta que nos tenía a todos reteentretenidos, riéndonos en los momentos apropiados y sorprendidos, completamente rockeados con algunas de las escenas, especialmente cerca del final. Aunque la mitad de las críticas positivas para THE DEPARTED (que son básicamente unánimes hasta ahora) mencionan tediosamente que Scorsese por fin regresa a donde debe de estar (cine negro), yo no pienso subirme a ese bote quitándole mérito a una lista de películas tan chidas como las anteriores. THE DEPARTED es, simplemente, una lección de cine de un maestro que sabe exactamente como hacer esa precisa película.
Algo súper cool me sucedió antes de entrar a verla: Estaba con mis dos amigos haciendo fila en la dulcería para comprarnos una cerveza (“una cerveza con scorsese, a huevo”, decíamos) y esto estaba tomando demasiado tiempo. Un pobre tipo estaba atendiendo a todos de forma muy lenta y nosotros comenzamos a quejarnos. En nuestro malviaje, estábamos ensimismados. De pronto, uno de mis amigos escuchó que la persona de atrás hablaba sobre montaje y, por curiosidad, volteó. Espantado, de inmediato se volteó de nuevo con nosotros y dijo: “Almodóvar”. Apenas torcimos la cabeza, vimos que el pinche Pedro Almodóvar estaba detrás de nosotros en la fila de la dulcería, hablando por celular con alguien. Nos quedamos paralizados, como colegialas virginales cuando ven a algún ídolo idiota. No pudimos decir nada, además, claro, porque nunca dejó de hablar por teléfono y no se nos hizo cool interrumpirlo para saludarlo. Entró a ver THE DEPARTED, y al parecer la disfrutó mucho.

1 Comments:

Blogger Mario said...

Me encanta que alguién reivindique a Scorsese con la misma pasión que él hace cine... En la CIudad de México está por estrenarse "Los infiltrados", y espero tener la misma experiencia intensa que tú al verla... Y, por supuesto que es un ciego quien no reconozca la belleza y recurrencia de los temas clásicos de Scorsese en obras aparentemente tan alejadas de su cine negro, como "La edad de la inocencia" o "Kundun"... A mi particularmente la historia de la implosión de Newland Archer, y su conflicto entre la lealtad a su tribu o la herejía que le representa el personaje de Michelle Pfeifer, me parece una obra profundamente dolorosa...

12:32 AM  

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