Tuesday, October 31, 2006

DO WE REALLY NEED THIS?

¿Quién sabe? Igual y esto resulta ser el mero trip, pero por lo pronto me inclino a creer que la imagen de John Travolta con un traje gordo vestido de drag queen imitando a Divine en el futuro remake de Hairspray no es algo que el mundo estaba esperando, y que en general la situación mundial estaba menos peor sin él.

Wednesday, October 25, 2006

CHILDREN OF MEN

Lo que más pasaba por mi mente al ver CHILDREN OF MEN, es el nivel de oficio al que los cineastas mexicanos que han tenido chance de trabajar han alcanzado con los años. Entre esta, EL LABERINTO DEL FAUNO y BABEL, estamos viendo los frutos de la inversión, por así decirlo, aunque es una pena que la inversión no se haya hecho completamente en México. EL LABERINTO DEL FAUNO es medio española, BABEL es gringa y CHILDREN OF MEN es británica.

Esta es la película que corona a Cuarón como, si no lo era ya, uno de los grandes. Hay que tener altas expectativas de él de ahora en adelante, la barra ha subido, el tipo está en un rush. No hay otra manera de explicarse el nivel de orquestación visual al que ha llegado, junto con Emmanuel Lubeszki, en esta película, en donde cada toma parece cuidadosamente diseñada, planeada y ejecutada. Iñarritu dijo hace poco, refiriéndose a CHILDREN OF MEN, que era “como Kubrick”, y aunque es un poco exagerado, creo que tiene algo de razón. Hay una sensación constante de estar viendo una pieza meditativa, llena de ideas, con substancia y simpleza al mismo tiempo.
CHILDREN OF MEN no es una película demasiado rebuscada. La anécdota es simple y el desarrollo de personajes escaso. Clive Owen, perfecto como el sujeto por el que nosotros vemos este extraño futuro tan parecido al presente, tiene pocos momentos de intimidad en su odisea. Todo está en función de la anécdota, sin que eso signifique que la película es meramente anecdótica. Y qué oportuna visión del “futuro”, con los seres humanos conscientes de su propia extinción, fronteras cerradas con ejércitos, maltrato a inmigrantes en sociedades “avanzadas”, es un futuro bastante cercano. Y uno de los encantos de la película es su sutileza, su poca inclinación el gran “momentum”, pero cuando éste llega, es casi sublime la forma en que Cuarón, Lubeszki, y todo el resto del crew expresan con imágenes lo que sería demasiado obvio con palabras.
El feeling de estar atestiguando el Apocalipsis mismo, expresado en la idea de una humanidad infértil sin esperanza de vida, pero aún inmersa en los mismos problemas y tonterías de siempre, hacen que la película sea triste sin llegar a ser cínica, en parte gracias el sentido del humor, y sobre todo a la sensibilidad de Cuarón, quién recordemos, siempre sabe donde meter la nota emocional sin martillarla demasiado.

Me pareció interesante que tanto Cuarón como Richard Linklater en A SCANNER DARKLY (ver más abajo) deciden usar varias veces a Radiohead en el soundtrack. Supongo que se han convertido en el sonido perfecto para el futuro que sabe a presente. Aunque Cuarón tiene otras selecciones musicales bastante cool.

El standout definitivo de CHILDREN OF MEN, a pesar de que es una gran película inteligente, se va forzosamente con Lubeszki y su chingonsísima fotografía. Hay cosas en esta película que son así nomás, visualmente excitantes. Los momentos finales, especialmente, son un verdadero trip.
También es curioso que le onda amigable con las drogas es coincidente también en CHILDREN OF MEN y A SCANNER DARKLY, pues todos los personajes simpatéticos fuman marihuana. Michael Caine tiene una excelente línea: “La gente se está muriendo, el gobierno regala kits suicidas, y la mota todavía es ilegal”.

Qué chido es ver que Cuarón ha llegado totalmente a su madurez como cineasta. Se siente tan seguro que lo único que podemos hacer es empezar a saborearnos el nivel de chidez que es posible que obtenga con su próximo proyecto en México acerca de la matanza de Tlatelolco. Si está al nivel de CHILDREN OF MEN puede ser que nos caiga algo histórico.

A SCANNER DARKLY

La “guerra contra las drogas” es, para mí, una de las situaciones más dañinas en las que la humanidad se ha embrollado en los últimos cincuenta años. No hace falta ser muy inteligente para darse cuenta que, desde sus mismos fundamentos, la filosofía de “acabar” con las drogas no ha servido para absolutamente nada, y lo más probable es que en cuestión de prevención de consumo, daño a consumidores, torcedura de percepciones acerca de qué son las drogas y para qué sirven, narcotráfico, y especialmente en la cuestión de la desinformación, la “guerra contra las drogas” haya hecho mucho más daño que bien para su propia causa y para las contrarias. O sea que en pocas palabras es una pendejada.

Philip K. Dick (autor de ciencia ficción cuyas obras son populares en el cine (Blade Runner, Minority Report), era un junkie de los que conocieron el verdadero infierno de la heroína, la dependencia total, la pérdida de su individualidad, las alucinaciones; y basó A Scanner Darkly, en sus propias experiencias. Y ahora Richard Linklater, uno de los pocos cineastas que realmente se ha mantenido independiente (Slacker, Before Sunset, School of Rock), le aplica a la historia de Dick lo que se siente como justo el sabor que necesitaba.
Linklater, con su estilo laid back, inclinado a la comedia, resulta ser, a mi parecer, el director perfecto para no permitir que A Scanner Darkly se convierta en una película deprimente al mantener la esencia de la historia y capturar el sentido del humor y la imperfecta humanidad de los personajes que, en manos de otro, pudieron haber sido convertidos en clichés de drogadictos. Tal vez ayude que Linklater sabe de drogas.

A Scanner Darkly es un placer sensorial. Se ve genial, con la misma técnica de animación que Linklater usó en Waking Life, y con un soundtrack compuesto mayormente de Radiohead, consigue la vibra exacta entre humor negro y desesperanza que necesitaba la película.

Durante la mayor parte de la película, prácticamente no hay una trama, es solo la historia de un tipo que poco a poco comienza a ser presa de sus alucinaciones, pero junto con él están sus amigos, quienes en algún punto parecen ser tan irreales como cualquier otra pachequeada en su cabeza.

La animación de A Scanner Darkly no es gratuita, se integra orgánicamente con la historia al grado que en algún momento te olvidas de que estás viendo una película animada y te das cuenta que estás completamente absorbido por su desenvolvimiento, viviendo relajadamente las vidas de los personajes.
Linklater tiene mano maestra con los actores. Probablemente estemos ante la mejor actuación de Keanu Reeves (lo que significa que está actuando bien, para variar), y qué loco que lo haga en una película animada donde, además, viste un traje pachequísimo con el que constantemente cambia de rostro y apariencia física. Winona Ryder totalmente rockea como la chica junkie con aversión al sexo, y ni hablar de los enmarañados diálogos de marihuana que se avientan la dupla de Robert Downey Jr y Woody Harrelson. Estos dos weyes me hicieron reír solo en el cine como hacía mucho que no me sucedía. Como a la mitad hay una secuencia de un suicidio que considero una de las mejores escenas de comedia en años, todo en ella está perfectamente orquestado, el timing, los movimientos físicos, la música, la animación, es simplemente perfecta.

El punto donde A Scanner Darkly se separa de prácticamente todas las otras películas sobre drogas (y ciencia ficción) es en la visión humanista, humanizada que presenta acerca de los junkies, no como enfermos sin esperanza, no como seres que lo perdieron todo por su gula, ni como ángeles caídos, nunca con lástima, sino como víctimas, más que de las drogas, de un sistema que propicia lo que condena, y que no duda en utilizarlos como un arma más contra sí mismos.

Sunday, October 22, 2006

DIRECCIÓN GRITADERO

Aunque yo no he podido estar presente, sé de buenas fuentes que a Dirección Gritadero, la obra que dirige mi chica en conjunto con Laura Garciandía, le ha ido rebien. Y eso es cool. El diseño del cartel es la onda, ¿O no?

¿Y DONDE ESTÁN...LOS ESPAÑOLES?

Cuando vine a Madrid hace seis años, España era todavía bastante diferente al resto de los países de la Unión Europea que están a su alrededor. Se podía sentir la onda española de una forma bastante fuerte, el espíritu latino, pues…De aquí a Francia había todo un trip distinto.

Hoy, España ES la Unión Europea. Sigue siendo más barato que Italia y Francia pero no importa, el Euro es implacable, todo se siente caro. Se siente homogeneizada. Y lo más loco, más de la mitad de las personas que veo en la calle no son españoles. A veces me siento en Colombia o algo, pero aquí de repente parece Sudamérica. Los acentos están por todos lados y vienen de todos lados. Además de los muchos marroquís, Madrid se ha llenado de chinos y vietnamitas, y ni se diga de latinos. Definitivamente los españoles se están convirtiendo rápidamente en una minoría en su propio país.

No hay nada qué hacer al respecto, en realidad. La historia es la historia, y las cosas cambian y si los europeos no quieren tener hijos, esa onda todavía no les llega a los inmigrantes de ningún lado. La mitad de los niños en muchos colegios de Madrid son de Bolivia. Ves a los latinos por todos lados. Simplemente estamos reconquistando al revés.

No todo es belleza. El otro día en el metro un policía no nos dejaba de ver, a mi y a mis compañeros, la mayoría evidentemente extranjeros. El tipo nos miraba asesinamente, golpeando despacio una monedita en las entradas para meter tu boletito del metro, su trabajo supongo, es checar que nadie se pase, un trabajo bastante inútil a estas alturas, donde si te intentas pasar la maquinita hace un desmadre que deseas no haber intentado la transa (trust me, i know). No dejó de vernos hasta que estuvimos fuera del alcance de sus ojos, y todo el tiempo me sentí como en Haz Lo Correcto, con esas miradas de odio entre razas.

Hay muchos grupitos de supremacía blanca en Europa, pero en ningún lugar son tan absurdos como en España, donde la mayoría tiene sangre africana de todos modos. Whatever. Es mejor que estas culturas se acostumbren a que la desigualdad social lo único que provoca son malviajes para todos, no solo para los que están abajo. Y mientras no esté cool abajo, muchos van a querer subir.

THE WIND THAT SHAKES THE BARLEY

En mayo pasado, en Cannes, el suspenso giraba en torno acerca de si iba a ser Babel de Iñarritu, o Volver de Almodóvar, la película que se iba a llevar la Palma de Oro. Y de la nada, EL VIENTO QUE AGITA LA CEBADA, de Ken Loach, se la chingó. Almodóvar e Iñarritu no dijeron nada, pues no podían decir nada. Ken Loach es tan o más respetado que ellos dos, y reprocharle esa decisión el jurado sería como si alguien le reprochara a la academia que le dieran un oscar a Scorsese.

Yo fui ayer al cine con la intención de ver la nueva película de Cuarón y al llegar tarde me vi “obligado” a ver esta. Y fue un buen error.

Esta es la clase de películas que sólo la experiencia de tantos años puede salir de un cineasta. Sin prisas pero sin caer en el aburrimiento, y con atención al detalle sin caer en lo barroco. Loach, el cineasta británico con sentido social por excelencia, se vuelve contra su patria y denuncia con bastante crudeza la crueldad de la ocupación británica en la Irlanda de 1920, cuando el Imperio Británico todavía era LA POTENCIA MUNDIAL, y una rebelión irlandesa exitosa significaba un pase gratis para que se armaran rebeliones en todos lados, desde Australia hasta La India. Y eso, claro, no iba a pasar.
Loach retrata esto bajo la óptica de dos hermanos que deciden unirse a la lucha, y participar activamente, y como muchas otras películas, usa su relación para ilustrar la idea de que la guerra destruye hasta los lazos familiares. Nada nuevo bajo el sol, la única diferencia es la manera soberbia en que está narrada, filmada y ejecutada.

La mayoría de los actores son desconocidos, algunos se ven tan irlandeses que realmente se aproximan a lo tribal, pero el protagonista, Cillian Murphy (el malo de Batman Begins y el travesti genial de Breakfast on Pluto) vuelve a lucirse acá. Es chido cuando comienzas a ver que un actor va en ascendencia con pura demostración de talento. Es el centro carismático de la película y nunca deja de inspirar simpatía, a pesar de las cosas que las circunstancias llevan a hacer al personaje.

Loach saca provecho del verde de Irlanda, la película se ve hermosa y probablemente sea su filme más cuidado en los detalles técnicos.

Llevaba bastante tiempo de no sentirme agarrado por los huevos de esta forma por una película, pero la seguridad con la que se narra todo la hace bastante entretenida y poderosa emocionalmente. Algunas de las escenas violentas de plano me hicieron cerrar los ojos.
A pesar de esto, es un poquito demasiado larga, se pasa unos cuantos minutos y pierde algo de fuerza, pero no es lo suficiente como para no decir que está de poca madre. Lo fascinante de la película es esa manera en que logra combinar el intimismo de la historia personal con la imagen general del panorama de la guerra a nivel nación, sin nunca salir del territorio donde se desenvuelven los personajes. Hay una escena casi al final en el que los personajes se ponen a discutir puntos de vista políticos largamente, y no me dejó de sorprender que nunca se tornara aburrido, sino todo lo contrario.
Aunque la movie es deprimente y termina en una nota bastante triste, nada para levantar los ánimos como pensar que Ken Loach, totalmente inglés, sea capaz de asimilar la cultura irlandesa y hacer una película tan profundamente irlandesa, en todos los sentidos. Se siente como una celebración del espíritu de esa cultura, de su lenguaje, de su música y de su temple. Te hace pensar que la comunicación no está perdida, aunque a la gente le guste vivir en el malviaje.

Friday, October 20, 2006

SCAM

Desde que llegué a Madrid me siento Tin Tan o uno de esos weyes, engañando al mundo entero en una elaborada estafa de la que salgo ganón todo el tiempo. No es que yo crea que no me lo merezco, es que no me la creo que otros estén convencidos de que sí. La sensación, creo, es medio compartida por el resto de los que caímos becados aquí. Te sube la autoestima y te cuestionas si no has sido demasiado desconfiado de tu propio valor como talento.

Aquí estamos, 18 latinos becados por la Fundación Carolina, más unos diez becados sólo por la Casa de América, en el curso de desarrollo de proyectos cinematográficos iberoamericanos. Hay gente de casi todo el continente: Argentina, Brasil, Ecuador, Colombia, Uruguay, Paraguay, Honduras, Cuba, Venezuela…yo soy el único mexicano. Todos venimos con un guión o un proyecto concreto, y la neta nos tratan como reyes.

Yo en lo personal no puedo creer que antes de salir para acá no tenía ni para la gasolina y ahora me la paso de lux. Nos quedamos en la residencia de estudiantes de Madrid, lugar donde, nunca te permiten olvidar por ningún motivo, se quedaron Dalí, Buñuel, Lorca y hasta Einstein. Te señalan constantemente que si Dalí y Buñuel no se hubieran conocido aquí, igual no hubieran hecho el Perro Andaluz, y quién sabe dónde estaríamos ahorita. Tal vez tampoco tendríamos Viridiana, o Los Olvidados. La onda es medio prepotente, cabe señalar.

La estancia es recool. Creo que venía preparado para lo que fuera. Beca completa me sonaba a dormitorio compartido con otros diez y a un comedor tipo prisión con una gorda sirviendo puré de papas en una charolita a una larga fila de estudiantes infelices. Lo que me encontré fue una habitación propia con tele, escritorio para trabajar, camas con sábanas que se lavan a diario, baño completo con tina y hasta una secadora de pelo. Las comidas son tan ricas que causan culpa, por la engordada y por el excesivo lujo. Muchas veces ni siquiera sé que es lo que me ofrecen, los nombres son raros. Ensalada de cangrejo, pastas con calamar en su tinta, hojaldre de cordero, bacalao a la no sé qué chingados, lasagna de vegetales. Todas las comidas de dos platos y postre, generalmente también algo ridículamente delicioso. No te dan de beber más que agua, pero sinceramente, te vale madre. Además, te pagan la transportación pública.

Luego a la residencia cae gente importante e interesante, hay conciertos de piano (el piano de Lorca, ni más ni menos), obras…ayer estuvo Joaquín Sabina leyendo poesía…Hay una biblioteca enorme con todo tipo de libros y películas, aquí al ladito…

Eso sin contar que básicamente lo único que tengo qué hacer es tallerear mi guión y trabajar con la gente de mi curso, que es de lo más chido. La verdad nunca había disfrutado tanto de estar en la escuela. Tal vez, de hecho, sea la única vez que realmente lo estoy disfrutando.

REALMENTE PINCHE

Qué irónico que justamente una semana antes de visitar el Palacio Real de Madrid, el día 12 de octubre (que nosotros en América tenemos que tolerar como “el día de la raza”) yo descubrí de verdad asombrado que acá en España lo celebran como “el día de la hispanidad”. Mi reacción inicial no ha cegado, y es la de un mexicano encabronado por el cinismo con el que los españoles se jactan de tener una conexión con Latinoamérica, un concepto que aquí realmente no existe, aquí se le llama Iberoamérica. O sea que el 12 de octubre, mientras nosotros allá en el rancho “celebramos” de manera simbólica la diversidad, acá hacen fiesta, aunque no lo dicen, por la masacre que constituyen sus 400 años de imperio sobre el continente americano. No es cualquier celebración. No es como en México que el 12 de octubre nadie lo pela. Aquí es asueto obligatorio y hay un desfile que, me cuentan los que lo vieron, es espectacular, con despliegue militar y toda la cosa.

Irónico, repito, que una semana después me fui a meter al Palacio Real, construido en los 1700 básicamente con todo el oro que se trajeron de allá. El lujo de este lugar es obsceno, como normalmente sucede con la realeza, y va de lo asombroso a lo francamente insultante. Salas gigantescas con frescos, esculturas, objetos de arte por encargo. Ilustraciones en los techos que retratan los cuatro elementos, la vida planetaria, la iluminación, como hechos propios de la monarquía. Salas pequeñas designadas para todo tipo de actividades frívolas: fumar, tomar el té, platicar; en ocasiones al lado o no muy lejos de una capilla exclusiva o una sala de oración. La doble moral es el oxígeno del absolutismo.

El palacio gigantesco. Cuatro pisos en la superficie y cinco subterráneos. En dos horas vimos unas 25 salas de un total de 2400. Más un extensísimo, enorme bosque que los reyes utilizaban para su entretenimiento en actividades como la caza de jabalí, oso, bestias de ese tipo…Paredes de mármol, de porcelana, cubiertos, trofeos, armaduras. La colección más completa de violines Straduvarious del mundo.
El grupo con el que estaba, todos de América, observábamos con estados de ánimo que iban del asombro a la burla. En las salas para banquetes, con sus mesas largas para cientos de personas, ponían en medio centros de mesa gigantes para que la gente un lado no hablara con la del otro. Tampoco un individuo podía hablar con el que estuviera a su derecha, pues su menor rango se lo impedía, sólo podía hablar con el de su izquierda.

Todos los muebles, pinturas, platos, absolutamente todo conservado en perfecto estado. Algunas armaduras desde el siglo IX. Al salir, mi mente no podía deslindarse mucho de la idea de que si los españoles, al invadir América no hubieran sido tan idiotas e ignorantes y no hubieran decidido destruir todo lo que representara la cultura de esas tierras, tal vez hoy podríamos todos tener una idea más clara y fiel de la manera en la que vivían los pueblos mesoamericanos. Me refiero al esplendor, al lujo y la atención al arte que esos pueblos tenían también. Ver Tenochtitlán como la veían ellos, y no como un montón de ruinas. Contraponer su palacio con cualquier ruina nuestra es un recordatorio de la constante estupidez del ser humano.

Sunday, October 15, 2006

EL LABERINTO DEL FAUNO

Me siento como un completo idiota por no tener suficientes argumentos para opinar chido sobre EL LABERINTO DEL FAUNO. La razón es que me estaba quedando dormido al principio por exceso de cansancio, a pesar de que era evidente que la película funciona. Hice un esfuerzo sobrehumano para mantenerme despierto y creo que puedo decir, con reservas, que aunque no llega al nivel de coolness de EL ESPINAZO DEL DIABLO, sí es súper chido que Guillermo del Toro se dedique de vez en cuando a este tipo de cosas, que son su fuerte. Sí, me gustó HELLBOY y todo, pero es en las historias con background latino donde Del Toro se nota más cómodo, además del plus de estar trabajando con una historia escrita por él.

EL LABERINTO DEL FAUNO es la historia de una niña que al final de la Guerra Civil Española se va a vivir al bosque con su madre enferma y su nuevo padrastro, un sádico militar franquista empeñado en gobernar su casa con mano de hierro. Ante semejante realidad, la niña se refugia en un bizarro mundo de fantasía que, irónicamente, no resulta menos peligroso o aterrorizante que el real.
Del Toro está en top form. La experiencia de tantos años lo ha convertido en un maestro y se nota. Visualmente, no hemos tenido nada igual en el cine mexicano y su estilo es único y maravilloso incluso para el estándar mundial del cine de fantasía. Tuve la buena suerte de verla en un cine de Madrid old school, un antiguo teatro con techos altos, pantalla gigante, acomodador, toda la onda. Para mí eso fue un plus personal, un trip retro que me hizo recordar lo chido que era ir al cine cuando era niño. La película fue ideal para esto también.

La movie tiene textura en cada cuadro, casi puedes oler y tocar el bosque, la sensación de peligro es constante. Es todo un logro en muchos sentidos. Tiene momentos para la historia, específicamente una escena con una rana gigante y otra con un ogro comeniños que es bastante frikeante. De hecho no pude evitar pensar en la pesadilla mercadológica en que consiste esta movie, pues es una historia de hadas para adultos, algunas de las escenas son tan violentas gráficamente que si un niño las ve se puede traumar. Se requieren huevos para hacer una película así.
El principal problema de EL LABERINTO DEL FAUNO está en el guión, que no permite a los personajes avanzar más allá de su concepto. El malo es tan malo que se vuelve aburrido, y la madre de la niña, en su ingenuidad de enferma, resulta desesperante. Algunas de las reacciones de la niña ante los peligros y las cosas bizarras sucediendo a su alrededor: faunos, hadas, etc…se sienten poco desarrolladas. La escena del ogro es un ejemplo claro en el que, como espectador, simplemente no entiendes las acciones del personaje.

Pero en realidad, a pesar de cómo suenan, esos son peros menores, y son peros que debo poner con reserva, finalmente yo estaba en una constante lucha contra mí mismo para no quedarme dormido, y la película no tiene nada qué ver con el hecho de que yo no había hilado más de dos horas de sueño en las últimas 24.

Lo ideal sería verla de nuevo, pero aquí el cine es carísimo y hay muchas películas que quiero ver como para repetir. En todo caso, no ver EL LABERINTO DEL FAUNO en el cine es una tontería. No es normal que el cine de fantasía navegue tan comodamente en el terreno de lo cool, inteligente, sustancioso y entretenido. Podría hacer énfasis en el hecho de que la película es mexicana, y que como tal, es importante en cuanto a su manufactura y su atención al detalle, pero Del Toro ha rebasado esto, se siente tan cómodo que pareciera que la hizo en Estados Unidos pero en español, aunque es obvio que no es así. Es la primer película mexicana que se siente realmente internacional en varios años. Y seguramente será de culto en el cine fantasioso.

Saturday, October 14, 2006

THE BIG SHAVE

El frikeante cortometraje de Scorsese, en sus inicios. Véanlo aquí:
http://www.youtube.com/watch?v=QrCaJ-8Q1Y0

Monday, October 09, 2006

EN EL AVIÓN

Tomar un avión de 11 horas puede ser una experiencia desesperante. No importa que vayas a Madrid. El trip avión-aeropuerto siempre es denso. Tienes que llegar con tres horas de anticipación, hacer fila, sentirte observado por los guardias, dejar que esculquen tus cosas, esperar por horas antes de abordar y ya dentro del avión, estar de 40 minutos a una hora sentado sin nada qué hacer.

Ir solo no ayuda, y me puse a hacer cuentas. He tomado 30 aviones en mi vida, de los cuales los últimos 13 han sido del 2003 a hoy, y todos esos más dos más han sido viajes que he hecho solo. Por eso me resulta cada vez más tedioso el prospecto de viajar en avión, pues lo asoció con soledad y tiempo muerto en el que intento todo para entretenerme: leer hasta etiquetas, dialogar conmigo mismo, viborear gente…todo eso…

Esta vez volé por Iberia, y estuvo bien, el problema es que 11 horas es más que suficiente tiempo para encontrar algo con qué malviajarte. Estar al lado de tres monjitas no es precisamente la receta del entretenimiento aéreo, pero no puedo negar que fue cool ver que las religiosas rezan en intervalos de más o menos veinte minutos, cantan cada vez que ingieren algún tipo de alimento (cocas incluidas), y al ver un reportaje sobre el fashion week de alguna ciudad europea su conversación se enfoca en la anorexia, además de decir: “que fea ropa”. Su equipaje de mano, además de galletitas, era un cuadro de San Judas Tadeo. El momento más revelador fue escuchar a una de las monjitas decir sorprendida: “No mames”: ¿Ante qué? No sé.

Es notable la cantidad de pendejadas que puede uno pensar al estar sólo en un avión y no tener absolutamente nada qué hacer. Una vez agotadas las revistas de la aerolínea (que incluían una entrevista con Maná, y sí, la leí…no han cambiado mucho en diez años, por lo visto), y de leerme una de chismes de la realeza española que alguien dejó de otro vuelo (el notición de que la princesa está embarazada tiene a todos hablando de la sucesión!!!), todo esto antes de siquiera despegar, me resigno a que me espera un largo vuelo.

Ya en el aire me pasan El Universal, y en las siguientes diez horas leería todas las palabras, avisos de ocasión incluidos, en un vano intento por entretenerme. Nunca me han dejado de parecer graciosos los anuncios “personales” de “Negro venezolano bien dotado, te hago lo que quieras, llámame”, son muy buen entretenimiento.

El deleite cinematográfico de Iberia constó de tres películas que hubiera preferido no ver, y que, de hecho, no vi del todo. No me estaba muriendo de ganas de ver “La Casa del lago”, y comprobé por qué…las otras dos películas ni vale la pena mencionarlas.

Después de unas horas, comencé a realmente desesperarme. Ir al baño a hacerme wey no ayudaba en nada, volver a leer las revistas tampoco, y yo simplemente no puedo dormir en un avión. Es ahí donde ir solo duele más, pues la gente que no se duerme ya va acompañada de alguien con quién hablar, pero de todos modos, la mayoría simplemente cierra los ojos, algunos hasta roncan. Los envidio, los envidio con ganas.

Todos sabemos que las comidas de avión son la prueba fehaciente de que para las aerolíneas, tu satisfacción es importante sólo hasta donde tu bolsillo te lo permite. Si eres de los de clase turista, te lo van a recordar. Me causa un ligero malestar ver la comida de avión. La manera pre-empaquetada en que se siente cada sabor, la forma matemáticamente perfecta en que los distintos tupperwares llenan económicamente cada rincón de la charolita en que la sirven, son para mí un recordatorio constante de en qué mundo vivimos, y qué es lo que realmente importa (Money).

Finalmente llegamos a Madrid, y podías sentir la urgencia con la que toda la tripulación quería salir de la nave. Lo más fascinante fue ver un aeropuerto gigantesco como el de Madrid absolutamente vacío a las 6 de la mañana. No había nadie excepto nosotros. Llegamos antes que los empleados. Incluso nuestras maletas tardaron media hora en aparecer en las bandas para recoger el equipaje. Hasta los de aduanas traían hueva. Nadie nos checó nada, simplemente pasamos y ya estábamos en territorio español. Fue lo mejor, un peso quitado de encima, casi compensó por el largo y tedioso recorrido a través del atlántico. And that´s that.

Tuesday, October 03, 2006

BAILAR CON LA GORDA

Todas las personas sensibles de este mundo sabemos que los programas de televisión mañaneros tipo Good Morning America, Un Nuevo Día y Hoy son uno de los signos más representativos de la decadencia humana: la inherente superficialidad con la que se aborda cualquier tema, por más importante o desgarrador que pueda ser, la buena vibra artificial con la que sus conductores se presentan ante un público pasivo y poco crítico, la proliferación de la estupidez como la única alternativa para divertirse y pasar un rato agradable…la lista de atentados contra la belleza estética y la pureza espiritual del ser humano es interminable. Este tipo de productos televisivos lo que mejor hacen es promover la mediocridad como forma de vida: mediocridad en información, mediocridad en gustos estéticos, mediocridad en preocupaciones ciudadanas, mediocridad en reflexiones, mediocridad en diversión. Pero es todavía más malviajante ver que las personas que los hacen ni siquiera pueden tener al menos la decencia de disimular su falta de originalidad y esfuerzo para hacer algo medianamente interesante o al menos no completamente excrementoso, y con total descaro, copiarse unos a otros sus idioteces como si el público estuviera ansioso de verlas dos o tres veces cada mañana. Me refiero a la tortuosa práctica de dichos shows de, constantemente a lo largo de su generalmente larga duración (3 horas), poner a sus conductores, patiños e invitados a bailar como pendejos canciones de entre lo más chafo y denigrante que existe en la actualidad, con coreografías de nivel básico con la supuesta expectativa de que la audiencia en casa se pone a bailar con ellos. La noción de que hay gente ahí afuera de distintos niveles socioeconómicos que aunque sea se divierten con esto me da de bajón y me llena de impulsos suicidas y homicidas.

Realmente no quedan excusas para las televisoras, ni locales ni nacionales, respecto a la reglamentaria mediocridad con la que llenan los contenidos de sus programas. Económicamente, tienen tantos recursos como los mejores. Y sin embargo, pareciera que todos los programas matutinos tienen que ser exactamente iguales unos a otros, y padecer de la esquizofrenia del nuevo milenio, hablando un momento del cáncer de mama e inmediatamente después acerca de las hazañas de sus “estrellas” en shows deprimentes como “Bailando por lo que sea que se les haya ocurrido que tienen que bailar esta vez” o “La Academia Generación whatever”. Por eso es que es un signo del Apocalipsis ver que hay países con hambruna mientras Multimedios gasta dinero en que Mario Bezares tenga un programa al mediodía.

Sé que puedo sonar superficial, pero tal vez alguien pueda explicarme por qué en todos los programas de este tipo a nivel local hay forzosamente una mujer obesa vestida de criada o de señora de lavadero a quien supuestamente nosotros, solamente por esos atributos, debemos encontrar simpática. La verdad es que hay pocas cosas en el mundo más molestas que una mujer gorda que insiste en ser simpática para compensar su falta de apego a los cánones de belleza de la actualidad. Entiendo que esto puede sonar misógino y discriminatorio, y que los jales en la tele son escasos para las mujeres anchas, pero si yo fuera una de ellas, me sentiría un poco más ofendida si el único trabajo que parece tengo posibilidad de obtener, es el de ser una especie de patiño disfrazado de cliché, explotando de forma burlona mi aspecto, y además denigrando indirectamente a las pobres criadas y trabajadoras domésticas, que realmente no necesitan a estas alturas que la televisión propague imágenes estereotípicas de ellas.

No estoy diciendo nada nuevo, claro, pues yo sé que muy dentro todos sentimos un ligero malestar cuando pasamos por estos canales y atestiguamos el deplorable espectáculo de lo que se supone es divertido para la población mexicana. Ni modo.